CHAPTER 9

-¿Me vas a dar una explicación?- dijo David secamente cuando se dirigían a casa.

-¿Que quieres que te explique? Ya lo has visto por ti mismo- dijo Miranda sonriendo.

-¿Y porque no me lo habías dicho?

-No sé, creí que lo suponías, de todas formas ¿porque te afecta tanto?

-No me gusta lo que estás haciendo-dijo David bajando la cabeza

-¿Qué? ¿Qué no te gusta lo que estoy haciendo? Tú te diviertes casi todas las noches, yo te cubro y ¿me dices que no te gusta lo que estoy haciendo?, ¿Yo no tengo derecho a divertirme David, es eso?-dijo Miranda gritándole

-Sí, si tienes derecho  a divertirte pero no con un chico

-Oh, venga… esto es demasiado. Quien eres, ¿mi padre? ¿Tú te estás oyendo?- dijo Miranda sin creer lo que estaba escuchando

-Miranda, se perfectamente lo que digo

-¡David, eres un egoísta! No pensaba que fueses de esta manera-dijo Miranda con las lagrimas a punto de salírsele de los ojos.

-No soy un egoísta Miranda, yo también quiero que te diviertas con chicos pero ¡divertirte! Te conozco y sé que te estás enamorando de él y es lo que no me gusta. Miranda, ¿te has parado a pensar en que nos vamos dentro de dos días? ¡De dos días Miranda! Zayn es un buen chico pero es ingles y para más inri famoso, vuelve a la realidad, lo único que no quiero es que sufras.- después de que David le gritase esto, Miranda rompió a llorar y salió corriendo, no quería volver a oír hablar de aquello, no quería oír la verdad.

                                                                       *

Miranda subió a su habitación con lágrimas todavía en los ojos y con la nota de Zayn en la mano, echó el pestillo y se tumbó en la cama sin hacer ruido para que Sandra no se despertase. Desdobló la nota donde pudo leer:

Miranda espero que te apetezca volverme a ver mañana por la mañana, porque a mi sí. Te he preparado un pequeño juego el cual tendrás que empezar a las 11:00, tendrás que buscarme para saber que te tengo preparado. La primera pista está enterrada en el manzano de tu casa. Esperaré a que llegues. Te quiero. Zayn. 

Pd: ponte cómoda.

Miranda sonrió al leerlo y no pudo evitar soltar esa pequeña lágrima que le quedaba por salir.

                                                                       *

A la mañana siguiente Miranda se despertó feliz y desconcertada, no sabía muy bien que ponerse, Zayn la había escrito que algo cómodo ¿Por qué cómodo? No tenía mucho tiempo asique optó una camiseta de Pink Floyd que la había regalado su amiga Alicia por su cumpleaños y unos vaqueros (ver ropa personajes).

Salió hacia el manzano sin desayunar, empezó a buscar alguna señal, algún objeto, algo…

No la llevo mucho tiempo encontrar la nota, leyó:

Espero que la pulsera que te regalé siga en tu muñeca, quiero que vayas a la joyería que hay en frente de tu casa y se la enseñes a la dependienta, ella te dirá como seguir. Te quiero. Zayn

Cogió una manzana y se fue directa hacia la joyería. Una dependienta morena se dirigió hacia ella

-¿Eres la chica de la pulsera?- dijo amablemente

-Supongo- dijo Miranda confundida enseñándole la pulsera.

-Está bien, tengo una cosa para ti- la dependienta le entregó una carta y un llavero de plata en forma de Z

-Gracias- dijo Miranda desdoblando rápidamente la nota.

Espero que te guste el llavero. Ahora tienes que ir a la panadería y tienes que enseñarle al panadero el llavero, él te dirá donde estoy. Te quiero. Zayn

Miranda corrió a la panadería feliz, le gustaba todo ese juego que él la había preparado.

Cuando llego a la panadería, se dirigió al chico que había detrás del mostrador.

-Perdone, me han dicho que le enseñe esto- Miranda mostró el llavero.

-Oh sí, eres una chica con suerte, que sepas que esto no lo he hecho yo, ese chico debe quererte bastante después de todo lo que se esforzó- dijo tendiéndola un pastel de chocolate.

-Gracias- dijo Miranda con una amplia sonrisa.

Miranda empezó a comerse el pastel cuando notó algo en la boca, una nota. La desdobló y leyó:

Espero que te guste, no te he llevado el desayuno a la cama aunque esto es lo más parecido que he podido hacer. Te espero en la roca de ayer. Te quiero. Zayn.

Miranda supuso que era la roca donde se besaron por primera vez asique corrió hacia ella donde ya la esperaba Zayn.

-Yo también te quiero- dijo Miranda abalanzándose sobre él.

-¡Eres rápida ¡ no te esperaba hasta dentro de diez minutos por lo menos- dijo interrumpido por los labios de ella.

-¿Qué me tienes preparado?- dijo ella mirando dos grandes bicicletas que tenia Zayn a su lado.

-Es obvio ¿no? A ver si puedes seguirme- dijo Zayn riéndose y subiendo a la bicicleta.

Fueron hacia un camino lleno de arboles adelantándose mutuamente durante todo el paseo. Pararon en un sitio donde no había nadie. Los dos se miraban en silencio como si algún sonido pudiese estropear el momento.

-Túmbate en el carril bici- susurró Zayn

Miranda se tumbó y Zayn sin decir nada cogió una tiza y pintó su silueta en el asfalto, seguidamente Miranda se levanto y le indicó a Zayn que él se tumbase al lado de si silueta, ella dibujó la de él quedando las dos siluetas cogidas de la mano. Se quedaron contemplando la obra abrazados sin decir nada.

-Parecemos dos niños pequeños- susurró ella sonriendo.

-Lo sé, pero me gusta porque lo parecemos los dos- él la besó.

Siguieron el camino hasta unas vallas electrificadas que separaban un orfanato del camino, Miranda saco varias tiras de colores que había en la cesta de la bicicleta y empezó a decorar la valla, Zayn la siguió. Esa chica era increíble.

Cuando terminaron se sonrieron y siguiendo en silencio empezaron su camino de vuelta.